CAPITULO 1 - #8



 Capitulo 1: De Una

#8 Esperanzado


Dibujo por Dinoman




-¿Dónde está mi familia?- Era lo único que tenía en la cabeza. Revisaba los cuerpos uno a uno con la esperanza de no encontrarlos ahí.


-Martín, Martín enfocate- me decía en voz baja mientras repasaba en mi mente lo sucedido desde el comienzo.


Estaba repartiendo comida como todos los días. Después de todo era mi trabajo. Había llegado a lo de Rosa, una anciana muy amable. Me hacía pasar al living mientras buscaba el dinero para pagarme y a veces demoraba un poco buscando alguna que otra moneda para darme de propina o me traía algun dulce casero de su especialidad para convidarme. Pero esa vez demoraba más que de costumbre; preocupado fui a buscarla. Había algo raro y lo confirmé cuando la vi parada en medio de la cocina chorreando mucha baba de la boca, la cual caia directamente en un bol que sostenía con sus manos. Posiblemente algo que fue a buscar para mí.


-¿Está bien doña?- Le pregunté,pero no tuve tiempo de reaccionar cuando de golpe me largó una ráfaga  de vomito bordó grumoso y hediondo. -¡Filha da Puta!- Le dije, en lo que se me abalanzó, dando dentadas al aire con sus postizos, tratando de morderme. La sostuve del cuello con fuerza tratando de pararla, quebrándole el mismo sin querer. La solté asustado y cayó al piso como una piedra.


Sali corriendo a la calle nervioso y me di cuenta de que mi teléfono estaba sonando. Varias llamadas perdidas y un mensaje que decia: "¿Dónde estás? Llamameee" y no dudé en hacerlo. Antes de que pudiera emitir palabra, me dijo que habia alguien en la casa, ella y mi nene de un año y medio estaban escondidos debajo de la cama. Mientras la escuchaba ya estaba acelerando la moto en dirección a ella. Antes de que se corte la llamada, escuché a mi niño llorando y ella diciéndome que me amaba.


Atravese calle Lecueder, en dirección a mi casa y en el camino, me encontré con mucha confusión en plaza Batlle. Al parecer era una especie de enfermedad que se había propagado; había muchas personas en estado deplorable persiguiendo a los demás mientras que algunos se defendían a los tiros. Crucé como pude en mi descuidada Eco 70.


Llegando a mi hogar no vi gente por la calle, la puerta del frente estaba rota, había mucha sangre en el living, la puerta del fondo estaba abierta y en el cuarto así como en el resto de la casa no había nadie.


Caí de rodillas al suelo y empezé a llorar.


-¡Levantáte!- me dije en voz alta y me puse a analizar todo a mi alrededor. En eso escucho un "bip": era el celular de Lucía, estaba tirado detras de la cómoda, casi sin carga con muchos mensajes sin leer y todos decían lo mismo: "El puente es la salvación".


La gente trababa de escapar como podía de la epidemia y una de las opciones más obvias era cruzar la frontera con Brasil, pasando por el Puente de la Concordia.


Noté la ciudad desolada mientras me dirigía hacia alli, y al llegar mi mundo termino por venirse abajo. Era una masacre. Luego de recorrer casi todo el puente esquivando cadaveres, rezando que hallan cruzado, ¡BOOM! un balazo en la rueda me hizo caer de la moto, y al levantarme adolorido, ¡BOOM! Un tiro en la pierna. 


Los brasileros habían cerrado la frontera y mataban a cualquiera que intentase cruzar. ¿Yo? Por suerte la herida era superficial. ¿Qué hice? Me quedé tirado en el piso, haciéndome el muerto. Al llegar la noche me encontré arrastrándome en la inmundicia, revisando los cuerpos uno a uno con la esperanza de no encontrarlos ahí.


Dibujo por Dinoman



Escrito por: Mauricio Martínez

Editado por: Fernando Benítez

Dibujos por: Dinoman